Los problemas de ansiedad son uno de los motivos que más habitualmente llevan a las personas a plantearse iniciar una psicoterapia. La ansiedad es un sistema de alerta que nos indica que algo va mal, existe un peligro incierto y que debemos prepararnos. Nuestro cuerpo reacciona preparándose para la posible respuesta que necesitemos. El problema es que a menudo no sabemos de dónde viene nuestra ansiedad.

Si tenemos identificado el problema, entendemos que tengamos ansiedad, lo vemos normal. Nos puede llevar incluso a realizar conductas adaptativas, como por ejemplo, que en situación de pandemia por COVID, nos lleve a lavarnos las manos, usar mascarilla y mantener la distancia social. Que nuestra ansiedad se dispare si alguien se nos acerca a hablarnos sin mascarilla a 10 cm de la cara y eso nos lleve a alejarnos inmediatamente. .

La ansiedad es un sistema muy rápido y efectivo, pero tiene el inconveniente de que no nos dice exactamente qué es lo que está fallando o qué peligro tenemos. Hay veces que es evidente (nos dirigimos a una entrevista de trabajo, nos examinamos del carnet de conducir o tenemos una cita con alguien que nos gusta mucho). Pero en otras ocasiones nos es complicado identificar qué está ocurriendo.

Algunas personas sienten ansiedad cuando tienen muchas cosas pendientes de hacer, y el hacer una lista les calma, porque la ansiedad les estaba avisando de la probabilidad de que alguna se les olvidase y quedase sin hacer. Otras veces, el hacer una lista puede generaba más ansiedad aún, y sólo el empezar a hacer cosas tranquiliza, porque ahí la ansiedad de lo que está avisando es de que te estás quedando sin tiempo suficiente para hacerlo todo.

Y lo que es más habitual, la ansiedad nos avisa de problemas muchos más complejos y difíciles de esclarecer: Mi situación vital se ha alejado mucho de lo que yo esperaba y deseaba, la relación con mi pareja no está yendo como debería, me he distanciado sin darme cuenta de personas importantes…

Son en estos momentos donde la psicoterapia puede ser de gran ayuda, pues clarificar y tomar conciencia de los problemas vitales de los que me estaba avisado, es tranquilizador en sí mismo, y también nos permite desde ahí poder empezar a hacer los cambios vitales que necesitemos.